Del paradigma del mérito a la eutopía del bien común

Reseña por el Club del Lectura del CINVESTAV de la Unidad Mérida sobre el libro “La Tiranía del Mérito ¿Qué ha sido del bien común?” de Michael J. Sandel, publicado en 2020 por la Editorial Debate.

 

Durante el mes de julio del 2023, quienes rondan las redes sociales debieron ser testigos del hashtag #rosapastel. En esta etiqueta viral se abarcaban muchos ejemplos de la realidad a la cual se enfrentan los egresados de distintas carreras universitarias en toda la República Mexicana. Así se ilustró cómo a los jóvenes millennials y centennials se les prometió que conseguirían una vida exitosa una vez que obtuvieran un título profesional, que traería como consecuencia el ascenso social. No obstante, a la mayoría les ha resultado prácticamente imposible acceder a empleos estables o bien remunerados, por lo cual la mejora en su «estatus social» y económico se encuentra totalmente fuera de su alcance. La cuenta de X (antes Twitter), @GatitosVsDesig profundizó en el tema y explicó, a través de tweets, que esta ilusión de éxito es conocida como Meritocracia. Para hacerlo, se basó en un libro publicado en 2020: “La tiranía del mérito. ¿Qué ha sido del bien común?” del filósofo estadounidense Michael J. Sandel (2020).

Enfocado a la academia, el medio en el cual quienes escriben esta reseña están imbuidos, es tradicionalmente meritocrática. Desde la enseñanza básica, pasando por la universidad y hasta el trabajo de investigación, el mérito es una vía para alcanzar los más altos reconocimientos en las esferas académicas y también en la sociedad. No obstante, existen alternativas poco éticas para alcanzar posiciones importantes, simulando un mérito que no es real. Aún el mérito auténtico, basado en el esfuerzo o en el talento de las personas, puede causar graves problemas de índole ética en la estructura social, los cuales han ido aumentando en las últimas décadas y se han hecho más visibles, debido al acceso a la información ahora a nuestra disposición.

Mediante numerosas cifras y referencias fundamentadas, Michael J. Sandel, profesor de filosofía política en la Universidad de Harvard y Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2018, desarrolla lúcidamente la manera en que los sistemas sociopolíticos y económicos han caído en una profunda crisis global a causa de la meritocracia. Si bien su análisis se centra en su país de origen, Estados Unidos, e incluye ejemplos puntuales en Europa, la discusión se puede extrapolar a lo que sucede en otros contextos de Latinoamérica, particularmente en México.

Aunque el punto central del trabajo no es la academia, Sandel explica a profundidad el origen histórico del sistema meritocrático en nuestra sociedad y las graves crisis de la democracia de nuestros tiempos. Sandel analiza los orígenes del famoso American Dream mediante un breve recorrido por el pensamiento humano desde la visión divina, que se basa en la tesis de Max Weber sobre la relación existente entre la ética protestante y el capitalismo. A continuación, Sandel desgrana las consecuencias a las que se enfrenta la sociedad estadunidense al hacer válida la idea de que el esfuerzo propio es el único responsable del ascenso social que experimentan los individuos; explica cómo la meritocracia tiende a sobre simplificar el origen de los ciudadanos y los efectos que ésta tiene en su «futuro éxito» social y económico. Así, nos deja claro que la meritocracia «valida» la máxima: “you can make it if you try” (puedes hacerlo, si lo intentas) encumbrada por Barack Obama, uno los máximos exponentes de la meritocracia en el gobierno.

Posteriormente, Michael Sandel retoma el entramado existente entre el modelo que conocemos como neoliberalismo y el ideal meritocrático para explicar la revuelta populista que hoy día se vive en diferentes países del mundo. Esta revuelta había sido vaticinada a mediados del siglo pasado por el sociólogo laborista británico Michael Young, quien publicó un ensayo homónimo al libro de esta reseña. Antes de que el neoliberalismo se convirtiera en el modelo hegemónico, todavía existía cierta voluntad por parte de los Estados nacionales por brindar bienestar y seguridad social a su población. Sin embargo, con el fin de la guerra fría, la globalización puesta en marcha y el mal llamado “fin de la historia”, los proyectos de partidos políticos de derecha, e incluso de izquierda, abrazaron el modelo de libre mercado sin cuestionarlo. En el mundo, los partidos de izquierda abandonaron el proyecto de la redistribución de la riqueza por uno basado en la igualdad de oportunidades, para favorecer una supuesta movilidad social. De esta forma, el ideal meritocrático, impulsado por partidos de izquierda y de derecha, ha normalizado la desigualdad, otorgando las etiquetas de “perdedor” o “ganador”, dependiendo de si los individuos han conseguido el tan anhelado ascenso social.

Lo anterior explica cómo el primer mote ha tenido un efecto corrosivo y humillante sobre aquellos que no han tenido éxito, debido a que “sólo ellos son responsables de su fracaso”. Estos sentimientos explican el descontento social y la desconfianza prevalente entre los «quintiles más bajos» de la sociedad. Este sector poblacional, que constituye la mayoría de la población, no sólo se siente frustrado por no lograr avanzar en la escala meritocrática y en su propia situación económica; también desarrolla una gran carga emocional por falta de reconocimiento a su contribución dentro de la estructura social. Asimismo, da luz acerca de la soberbia que desarrolla el grupo «ganador», al creer que el éxito que pueden tener se deberá únicamente a sus actos y esfuerzo, que los lleva a  creer que no tienen ningún compromiso con la sociedad, y desdeñan a su comunidad. Más aún, explica también los efectos negativos que este éxito tiene en los estudiantes universitarios.

Aunado a esto, Michel Sandel también documenta cómo ha cambiado la composición de los congresos y gabinetes de los países de «primer mundo». En los años de la posguerra había mayor pluralidad en éstos en el sentido de que existía representatividad de todos los sectores de la población, en especial del sector obrero y de la población con estudios de bachiller. Ello contrasta con la composición de los parlamentos y gabinetes de esos mismos países hoy día, donde la presencia de los obreros es marginal y el nivel de estudios mínimo es de posgrado.  Así, la meritocracia y el libre mercado terminaron por entrelazarse con la llamada «tecnocracia». Dicho entramado ha menoscabado el derecho a la participación en la toma de decisiones de amplios sectores poblacionales debido a que sería una tarea destinada a los “expertos”, es decir, aquellos que tienen las credenciales y el expertise técnico. Vale la pena mencionar que los sectores excluidos, y que se citaron antes, han constituido tradicionalmente la base de muchos partidos de izquierda. Ante este abandono y la creciente desigualdad que experimentan estos grupos sociales, se entiende que hayan sido persuadidos por el éxito de las propuestas políticas xenófobas, supremacistas y poco inclusivas, las cuales se ofrecen como cura ante los males ocasionados por la globalización.

En resumen, la meritocracia se convierte en un sistema que a priori justifica la desigualdad, y termina por convertirse en un veneno corrosivo para la vida democrática de cualquier sociedad. Los siete capítulos y subcapítulos de este libro develan las consecuencias corrosivas que el sistema meritocrático de “éxito” tiene sobre los lazos sociales que constituyen nuestra vida común. Aunque proporciona algunas soluciones más benignas, como la necesidad de resignificar oficios no académicos o modificar el método de ingreso a las universidades, finalmente esboza que la verdadera solución radica en la necesidad de cambiar el trazo de la estructura económica actual. Este cambio pasa por eliminar trabajos superfluos y revalorizar ocupaciones esenciales para el desarrollo de valores colectivos.

Quienes nos dedicamos a la enseñanza y al desarrollo de la ciencia y tecnología debiéramos, de acuerdo con el juramento profesional, buscar esta transición social en una nueva forma de aproximarnos a la creación, transmisión y aplicación del conocimiento, como una alternativa de cooperación justa y solidaria, en lugar de la competencia y la desigualdad derivadas de la meritocracia tan típica de nuestro gremio.

 

Acerca del Club de Lectura

El Club de Lectura del CINVESTAV de la Unidad Mérida es un proyecto que surgió durante la primavera de 2023 y busca servir como un espacio multidisciplinario extracurricular para la reflexión sociohumanística. Actualmente está conformado por Emely Martínez Valderrama (doctorante en Ecología Humana), Monserrat López Yllescas (doctorante en Recursos del Mar), Nidia García Peña, Iván Gómez Peralta (ambos investigadores posdoctorales del Departamento de Física Aplicada) y Rodrigo Patiño Díaz (investigador titular del Departamento de Ecología Humana). Por el momento, la participación en el Club de Lectura está dirigida a miembros adscritos a la Unidad Mérida.