PREMIOS DE INVESTIGACIÓN DE LA AMC al Cinvestav
Las aportaciones para entender las bases biológicas y los circuitos neuronales que controlan la alimentación, le otorgaron a Ranier
Gutiérrez Mendoza, el Premio de Investigación 2017 de la Academia Mexicana de Ciencias, en el área de ciencias naturales.
“Estamos entendiendo las bases neuronales que hacen que nos alimentemos. Una vez descritos estos circuitos podremos encontrar blancos farmacológicos que nos puedan permitir dar un mejor tratamiento a desórdenes alimenticios como la obesidad”, indicó Ranier Gutiérrez, investigador del Departamento de Farmacología del
Cinvestav y titular del Laboratorio de Neurobiología del Apetito.
Ranier Gutiérrez es el investigador número 31 del Cinvestav en recibir esta distinción, una de las más importantes que pueda aspirar un joven investigador en México. “Es un honor que representa el apoyo de los miembros de la Academia, pero sobre todo es el reconocimiento al esfuerzo y al trabajo que hacemos en este laboratorio”, expresó.
El investigador comentó que su trabajo busca entender cuáles son lo correlatos neuronales que se activan cuando se consumen alimentos palatables (placer que se experimenta al comer algo en específico).
Para lograr esto, “se han implementado distintas técnicas de frontera como son los registros multielectrodo, a fin de medir la actividad neuronal, mientras los animales consumen distintas concentraciones de sacarosa, por ejemplo. Otra técnica es ontogenética, con lo cual podemos activar o inhibir a un grupo de neuronas selectivamente en el cerebro, con pulsos de luz e ingeniería genética, lo que permite encenderlas o apagarlas, para inducir al animal a que coma o para detener la alimentación”.
La tercera tecnología que se está utilizando en el Laboratorio de Neurobiología del Apetito en el Cinvestav se trata del microendoscopio de epifluorescencia, la cual consiste ponerle una minicámara en la cabeza del animal mientras está consumiendo alimentos palatables. “Con esta técnica se puede reportar la actividad neuronal ahora con cambios con fluorescencia”.
De la mano de su equipo de trabajo, Ranier Gutiérrez
ha sido pionero desde hace 10 años en este tipo de estudios. “Estamos muy contentos en que se esté poniendo más atención al entendimiento de las bases biológicas de la conducta de alimentación. Ya que estas líneas de investigación atacan un problema de salud pública y que tenemos la convicción de que primero hay que entender la ciencia básica antes de saltar a la clínica”, concluyó.